MISION Y VALORES

UN SOPORTE PARA LAS COMUNIDADES RELIGIOSAS

Llegado el momento, las comunidades religiosas que durante su vida han conocido la experiencia de una vocación dedicada a los demás, se enfrentan a la vejez.

Sin embargo, envejecer es un proceso inevitable que no podemos cuestionar. De hecho es la ley de toda persona. Una vez llegados a la madurez, las capacidades físicas se degradan inexorablemente.

La etapa de la vejez muchas veces está asociada a la enfermedad. Esta situación puede quedar compensada en parte, fomentando la experiencia vital, la creatividad, la disponibilidad, la lucidez y la libertad de espíritu.

La medicina moderna ha aumentando la esperanza de vida al mismo tiempo que el periodo de enfermedad y sus altibajos, así como el periodo de dependencia, principalmente en las edades más avanzadas. De un tiempo a esta parte, intentamos aumentar la esperanza de vida. Se constata también que las enfermedades crónicas y degenerativas causan cierta angustia y se interpretan como un síntoma de decadencia y deshumanización.

La solidaridad de las personas más cercanas dentro de una institución religiosa es muy importante en materia de dependencia, pues representa una forma privilegiada de profundizar en los lazos humanizadores. Pero el riesgo de agotamiento de estos colectivos en ausencia de profesionales bien formados se hace evidente. Creemos que este soporte es necesario principalmente para mantener el espíritu vocacional de cada institución.

La dependencia de la vejez vinculada a una situación de enfermedad ya no será percibida como una decadencia sobre todo cuando los cuidadores y las atenciones recibidas se integren dentro de una relación de reciprocidad, de reconocimiento y de afecto.

Hoy en día, los cuidados paliativos han transformado profundamente nuestra mirada y nuestra actitud en relación con las personas en dependencia. Nuestro método persigue que las personas enfermas y dependientes se sientan vivas.

En este sentido, MONTSARRI quiere aportar su larga experiencia en el campo específico de la asistencia domiciliaria a instituciones religiosas dentro del ámbito de los servicios de acompañamiento de las personas dependientes.

Nuestro sentido cristiano nos hace valorar profundamente que es necesario añadir a nuestra profesionalidad el respeto hacia unas congregaciones religiosas cuya vida está dedicada a un sentimiento de un amor y fraternidad que han dado sentido a su vocación.

Por todo ello creemos poder aportar una valiosa experiencia para llenar un vacío que existe actualmente en muchas comunidades. MONTSARRI proporciona la confianza necesaria a aquellas personas que a causa de su situación ya no pueden seguir el ritmo de vida de la comunidad. Todas ellas recibirán nuestro servicio profesional y nuestro soporte.